Sucede que el tiempo toma formas inesperadas, o al menos, contingentes. Epifánicas las veces que parecen un mango al cual podemos aferrarnos y blandirlo ante las entregas de trabajos, exámenes, declaraciones de diversa índole. Otras tantas, el tiempo es capa, es traje que nos desnuda.
Hoy la cosa viene rápida, el almuerzo está listo y dudo poder sentarme ante la computadora otra vez. Me gustaría tener más de este tiempo que no es ni un mate para tomar tranquilo ni una tormenta inesperada (aunque en verano, por estos lados, una tormenta siempre trae fresco, así que es oportuna), más de minutos-silla, pero esto es lo que hay y lo que hay para decir siempre será demasiado para un blog.
Las síntesis siempre serán injustas porque el agradecimiento será con la misma frecuencia, o así lo espero, mayor al que pueda ser escrito.
Creo haber encontrado la forma de decir Gracias a los correspondientes amigos. Una cadena de palabras aparentemente separadas pero que bajo una línea de experiencia cobran sentidos que todos entendemos.
Silencio, trabajo, nuevas vidas, helado, charlas nocturnas, parque de la ciudad, fernet, grupo manzana, la gorda Adele sonando en el ka tatoo, un banco en la escuela Normal, la magia de la palabra, las disculpas, el descanso.
La semiosis infinita, la triada, la facultad de bellas artes, mpo, corbatero, frío. Pastel de papas y el comienzo de la gran amistad. Los que caminamos y escribimos. Las noches de la mano, el frío en la espera, el 307 B o C, los planes de asesinato a los dueños de la casa frente a la parada, los caminos, la mano, Rosario, el frío, el llanto por teléfono y la amistad a prueba y exitosa, la otra amiga que llega desde Córdoba, los churros con dulce de leche, el semáforo que corre.
El regreso, la espera, la fiebre y lo mismo, los amigos, los paños fríos, el amor desconocido, el terror, el cerro y la subida, el abrazo, el aire limpio.
El día D y el mundo al suelo. See you soon y la lucidez. El licuado y tu sí, y la felicidad como río que crece y ahoga fantasmas. Cada frase y su melodía. La emoción. Cómo te amo, niña.
El pasar el cotidiano juntos,la gran amiguinha y el llamado en lo de Pender, el sí sin demasiado pensar. La MUDANZA a 50 grados y 2 litros de agua por cuadra. El amigo que viene a ayudar cuando lo llamo, aplauso aparte. La novia que no descansa por verme sonreír y fuá qué felicidad. La gran gran amiga que limpia el horno y putea. La radio, la cama caminando con los transeúntes, las alegrías, las pifiadas al aire y ante cámara, los amigos y la familia que escuchan. El teatro abriendo sus secretos y dándonos trabajo. El piano siendo aprendido, el coro y sus hechizos antiquísimos que aún perduran, los viajes diarios a Capital, el acompañamiento cálido de los amigos.
Y el tiempo que fluye y refresca, como el venitlador moderno, como las noches de primavera con los amigos y la cerveza fría. Como el descanso post concierto aquí en La Rioja con el mejor amigo también blandiendo el aire que no corría como un mago haciendo música. El otro gran amigo despidiendo el mundo con un chopp en los gorditos. La novia hermosa que me muda del departamento que no fue, pero que fue lindo mientas duró.
Qué gran año, amigos.
Gracias tantísimas por los mejores 300 y tantos días de mi vida, todos juntos. Gracias por el cariño sincero, por el paso acompañado. Gracias, felicidad mía.
Hasta la próxima vez, hasta el próximo mundo, transpirados pero sonrientes. Felices fiestas!!!
AV 24/12/12
La uruguaya - novela
Hace 8 años
1 buenondones expresivos:
Ya extrañaba leerte che. Me haces querer intentar ser una escritora decente! Felicidades Pampeanas hasta la Rioja amiguito. Orejas te manda saludos :)
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