Soñé París y soñé subir al Sagrado Corazón. Fue con vos.
Corté jazmines, limpié el portarretratos, respiré y deseé.
Que seas -seamos, cada uno- feliz.
Seguro será así. Lo guardé. Una ola y a seguir.
(Blog que usé para ponerme de novio con la más linda de la ciudad) Tipito A.V que es de La Rioja, pero que vive en La Plata y estudia Comunicación. Hasta mayo de 2013, todo lo anterior fue pre-Gráfica 3. Aclaraciones para no angustiarse.
Soñé París y soñé subir al Sagrado Corazón. Fue con vos.
Corté jazmines, limpié el portarretratos, respiré y deseé.
Que seas -seamos, cada uno- feliz.
Seguro será así. Lo guardé. Una ola y a seguir.
La tristeza llega de repente
Cargada de espuma, pesada, lenta
Tapa las arenas y piedras,
Las fotos
Las memorias, los movimientos
Las caminatas
Me barre.
Y se va
Por un rato.
20 de noviembre
Que debo esperar el tiempo lo sé.
Que algo va a llegar y que lo que sea estará bien.
Por lo vivido, estará bien.
Pero lo que espero, lo que ansío, lo que quiero
se compone de pequeñas melodías diarias hechas de pasos,
de gotas,
de saliva,
de labios.
Es una música armada como un nido, ramita sobre ramita, hecho en otoño y en cada nuevo mes
que miramos y sentimos un mismo calor.
Estará bien.
Se reinventarán las calles,
se nombrarán los sueños,
se peleará con lo difícil y se abrazará lo incierto
hasta hallar ese palito,
esa hoja seca que servirá de casa
de todo lo que esperamos.
Lo infinito vence al tiempo
en esa música que se arma
instrumento sobre instrumento
Y se desarman los universos de lo posible
Nuestras manos calentándose de la presión
Lo gigante frente a nosotros. La sorpresa.
El nene que juega a dirigir. Su padre que juega con él.
Paisajes nuevos que veo solo y siento la amargura del éxito a medias. Gris. Estar ahí, haber ido. El corazón asincopado lleno de lágrimas.
El pasto y la sorpresa cambiaron su esencia. Todo se transforma con rapidez. Las imágenes caen como cartas unas sobre otras en un metro cuadrado de cientos, de miles de lugares.
Las esquinas. Ay, las esquinas.
Esta mañana conversé con el jazmín como conversan bien temprano dos amigos en la vereda.
Le pedí un gesto.
Mientras le sacaba las hojas amarillas y cualquier otra rama que lo perturbara le pedí que se apure.
Que llegue con vos.
Para vos.
Le prometí cuidarlo mejor.
Todo caía sobre el piso, barrido de ayer.
La ansiedad me lleva pero me perdono, por hoy. El jazmín va a entender.
9 de noviembre