viernes, 22 de agosto de 2025

Corrección

En principio, está soleado y corre un viento cálido, como si el sol empujara el aire. 

Mirás por la ventana y entrecerrás los ojos. Es de día, mediodía. 

Ya no es esa noche multitudinaria llena de vasos de cerveza y música al palo. Ya no te veo mirar al frente como nunca te había visto. 

Te reconozco.

Yo digo: estás hermosa.


Vos dirás. Y dirás bien.

Hablaremos de océanos, montañas y fotos.

Me contás de tu casa, de tus hermanos. Llega lo tormentoso y lo atravesamos de lleno. El nudo. La trama. Tu cuerpo se adelanta, yo hago un paso y ocurre la magia de la precisión, encaje, amalgama, unión, abrazo. Y las olas, el vendaval, ciclón y todo. Y empapados nos pasa, nos abate. Pero pasa.

El péndulo suena, señala el tiempo.

El cuento cambia y donde hubo uno ahora hay dos. Este capítulo se corrige y se detiene.

Cómo avanza no lo sé. Pero el cuerpo, el cuello, la sangre anudada corre y fluye como agua entre las pasturas. Busca su cauce. Se desanuda buscando un desenlace. Será el río o el deshielo, el dique o las lagunas.


Me gustaría corregir lo tachado, pero tal vez la obra no es un cuento o un texto. Tal vez al final se trató de una pintura, moderna, íntima y preciosa, de las que pueden recorrerse con el dedo, trazo a trazo.


Ojalá sea una buena historia. Ojalá las palabras resuenen otra vez con otra música.

miércoles, 13 de agosto de 2025

ausencia

tanto hay que desechar,

el latido lleno

el abrazo fuerte

el baile

y la felicidad mía


(todo lo que me gustaría contarte,

mientras tanto)


y la ausencia,

cómo lo logra no lo sé,

se hace inmensa,

imposible

indescifrable

victoriosa

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