Fue domingo y almorzamos. La ensalada no llegó a la foto pero hubo una igual y ahí empezó el chiste, que foto acá y allá y de esto y de aquello. Hablamos de nuestras madres, de nuestros padres, de los amigos que elegimos. De que hay una máscara de familia que le ponemos a esos amigos. Probamos tarjetas de crédito porque el mundo insistía en fallar. Hay que hacerte un monumento, te dije. Y vos pensabas en River y yo en Moria Casán. Monumental Noe.
Y compramos unas plantas, trasplantamos -sin n-, y agujereamos macetas, y calentamos membrillo de Pinchas, buscamos recetas, compramos manteca, batimos azúcar, quemamos una masa. Comimos el primer pan dulce de estas fiestas. En cualquier orden. Tu mamá y mi mamá nos quisieron por mensaje.
Habitamos el fresco que a mí me gusta en la terraza. Vimos fotos.
Sacamos fotos.
Porque los domingos inolvidables también se imprimen. Para que aparezcan un día, cuando piense qué año difícil, qué duelos hice, qué amigas tuve. Qué preciso estuvo Dios cuando inventó el 214 y todo el universo, y nos puso en esa esquina cuando éramos casi niños.
Escribo esto porque estoy contento. Agradecido. Y cuando piense qué año difícil también voy a saber que este domingo y tantos otros domingos fueron felices, my friend.



0 buenondones expresivos:
Publicar un comentario