Si alguien me preguntara, ¿qué hacés el viernes a la tarde? yo, cual Seinfeld (looser que se hace el canchero), le contestaría:
-Tipo 7 no puedo. Tengo, tengo algo importante. Tengo que verme con alguien-. Y levantaría una ceja. A las 7 en punto toco el timbre. A las 7.04 me siento en una silla, me arremango si tengo un buzo o un poulover, y contesto a un "qué tal la semana".
Para aquellos que siguen escuchando después de que digo que voy a la psicóloga, y me preguntan qué hago ahí (no porque no sea evidente sino por pura curiosidad y para preguntarse ellos mismos qué les diría un lacaneano), he aquí la siguiente anécdota:
En una de las sesiones, la psicóloga me dijo: "te va a costar mucho renunciar a la autoexigencia porque te da placer". La pu. En aquel momento, cuando lo dijo, me limité a asentir. Todo lo que dice esa mujer está bien, a veces le pega demasiado, te pregunta cosas incómodas, qué se yo. Que te hable de un Superyó goloso, un narcisismo andante y que después te mire fijamente y te diga: ... (ahí va la parte "todo bem, todo legal, PERO").
Sí, empecé terapia y me fascina. Supongo yo, cualquier psicoanalista -ponele Andrea-, diría que la "transferencia" va 10 puntos. Es más, cómo será, que elegí, entre todas las optativas, cursar 4 meses de psicología social.
Ponele también que ese día, después de la terrible charlita, haya vuelto caminando. Lo importante fue la promesa posterior: "juro que voy a hacer todo todo todo todo todo para renunciar PERFECTAMENTE".
Es por eso que empecé este posteo hablando de cualquier cosa menos de lo que indica el título, pero como bien dijo -o lo dijo una vez, o lo robó de otro, bah, tampoco es La idea- Pancho Ibañez, todo se relaciona con todo. La neurosis del orden y de que todo tenga su explicación obliga a usar esa frase como gran excusa para seguir diciendo boludeces y que más o menos se arme un texto -al que llamaré prostitución literaria, bloggería desesperada, o para ser brutalmente honesto: déficit visititario mensual-.
El tema es que hay gente que, como mi amiga Flor, ve el enamoramiento del que habla Freud, o que poco poéticamente uno podría denominar como: sentimiento que atraviesa ojos, garganta, panza, bolsillo cuando ve algo que disminuye su Yo para pasarle cualidades extra terrenales a algo/alguien. Ella, por ejemplo, se enamoró de sus sandalias. Ese par de..¿sinónimo de sandalias? con cordones y así, asá, así y asá, que buscó por toda La Plata, por todo mercadolibre, que encontró en una zapatería española a 60 euros, son el amor de su vida. Son su Yo ideal, o ideal de Yo -no da buscar la fotocopia-, lo más perfecto que existió en este mundo y por lo que dedicó horas y horas, gastó suela en recorrer vidrieras intentando concretar el acto (de comprarlas).
Y aquello se relaciona con decir: será posible!? El loco tiene razón. Uno lee la fuckin' fotocopia pensando: ajam, claro, sí..es VERDAD, la puta madre, o sea que...sí. Años así. Años tratando de que la media sandía lo encuentre a uno que apenas se sentía la mitad de una... aceituna. Años sin entender que al final uno busca su complemento idealizado: andá a casarte con el espejo agrandador, entonces.
De todas formas, también como diría mi amigo Jorge, el retrato de una obsesión podría simplificarse en la maldita costumbre. La respuesta es fácil: they don't like men.
Temor a ser amado. Qué problemón. Pero no, no es el mío. Con ese diagnóstico psicoanalítico quizás ganaría un punto más. Pero no. El tema es distinto, menos mal que gracias a mi superyó goloso no lo voy a escribir.
El gran Tom Jobim -que por estos días me parto escuchando-, tuvo un amigo, Don Vinicius, que lo dijo claro: Tisteza não tem fim, felicidade sim.
Cursar portugués -y tener las cuestiones que uno le cuenta a la psicóloga- lo hace subir a uno las escaleras de la facu cantando "Fotografia", comprar un sánguche tarareando "Amanhecer", hartar a tus compañeros con el: Meeeeu coraçao não sei por que, deserotizar todo sentido de la frase "batir papo" porque la profesora lo dice 40 veces en la clase, imitar a cada uno de los pastores de la tele tratando de meterle la nacionalidad brasilera en cada Jesucristo que dice, leer las O como U y tener horas y horas pirateadas de Caetano Veloso y Maria Rita en la compu.
Si en algo se articulan (fuá, palabra) portugués y psicología es gracias a Mafalda. No encontré Mafalda tan linda, tan -volviendo a los primeros párrafos- sandía, y con una amiga TAN parecida a Felipe.
Mafalda tiene facebook.
Mafalda é linda, é uma garota muito bonita.
Eu lembro àquela menina na praia cuando pienso en Mafalda.
Mafalda me tiene apaixonado.
Mafalda y yo no tenemos amigos en común. No da agregar a Mafalda. Mafalda seguro sale de cursar con ojeadura. Mafalda no va a leer esto.
Qué se le va a hacer: tristeza não tem fim, psicología e português, sim.
A.V 29/09/11
Aquí para escuchar Amanhecer, de Wager Barbosa e interpretada por Confluencia.
Y aquí, el clásico Carinhoso, también por Confluencia
Nota: Si alguien leyó hasta acá, no sé cuál, si mi Superyó o mi Yo, les pedimos disculpas o les agradecemos. Saludinhos.
2 buenondones expresivos:
¡Cobrás barato... pero hacés bien tu trabajo! ^_^
jajaja... eso de tenerte en el costadito de mi blog hace que entre cada tanto... Asumir que el enamoramiento parte de una automentira, y que los recuerdos son simbolismos absolutamente falsos y distocionados, historias que se adecuan a lo que querémos con el tiempo... Es jodido carajo, vivimos en mentiras que concentimos, somos todos los seres humanos una manga de enfermos, pero somos tan lindos!! ajjajaa.... UN BESO GRANDE, COLEGA!
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